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EL CORCHO COMO GANCHO TURÍSTICO
 
EL CORCHO COMO GANCHO TURÍSTICO 

EL CORCHO COMO GANCHO TURÍSTICO


Corcho, gancho turístico Los museos temáticos, los centros de visitantes de los parques naturales, los “árboles singulares” y la “Ruta del Corcho”, ponen de manifiesto el interés turístico que despierta el corcho


EUROPA CORK desvela como los museos temáticos, los centros de visitantes de los parques naturales, los “árboles singulares” y la recién estrenada “Ruta del Corcho”, ponen de manifiesto el interés turístico que despierta el corcho. Aunque, por encima de todo, este aprovechamiento debe ser compatible con la conservación del entorno natural.

¿Qué mejor manera de concienciar a los consumidores de la idoneidad del tapón de corcho para cerrar los vinos que darles a conocer en primera persona el origen de esta materia prima y su proceso de producción? En la Península Ibérica ya existen distintas fórmulas puestas en marcha: museos temáticos, rutas guiadas por los parques naturales, encinas y alcornoques declarados “árboles singulares”... Por una parte, desvelan la idiosincracia de la actividad corcho-taponera a la sociedad y, por otra, funcionan como perfectas alternativas turísticas para los amantes de la naturaleza y las actividades tradicionales.

Sin embargo, el entorno natural donde están situados los alcornocales, —dehesas y monte mediterráneo ubicados en muchos casos en parques naturales— impone un cuidado especial a la hora de explotar turísticamente estos entornos. Por ello, los profesionales insisten en apostar por el potencial turístico de este producto pero de manera “moderada”.

La Ruta del Corcho

La última iniciativa puesta en marcha para sacar partido al gancho turístico de las áreas corcheras ha sido la “Ruta del Corcho”, al sur de Portugal, en el Algarve. La fase inicial de este proyecto prevé la creación, en un plazo de dos años, de un producto vacacional que estructure y articule los puntos de interés ambiental —montes y paisajes de alcornocales—, los centros de recursos especializados —documentación e investigación— y un centro de interpretación, que será la puerta de entrada de la citada Ruta.

Asociación

Fruto de este proyecto es la creación de la Asociación Ruta del Corcho, como vehículo de promoción turística y de valorización de este recurso económico en la región del Algarve. Sus socios fundadores son la Câmara Municipal de São Brás de Alportel; la Asociación de Agricultores del Consejo del municipio; la Asociación de Industriales y Exportadores de Corcho a través de su Delegación en el Algarve y el Bajo Alentejo; la Asociación de desarrollo rural In Loco; la Asociación de Productores Forestales de la Sierra de Caldeirão y la Santa Casa de la Misericordia de São Brás de Alportel.

Objetivos

Tal y como informan fuentes de AIEC, el plan de acción de la “Ruta del Corcho” se ha definido partiendo de varias premisas, como la creciente demanda de productos turísticos de temática rural, complementarios al turismo del sol y playa, disponibles durante todo el año, y las peticiones emergentes de circuitos y recorridos en el medio rural de temática ambiental, ligados a la gastronomía y la artesanía. También se ha tenido en cuenta la demanda existente por parte del turismo escolar, que solicita circuitos y paquetes de actividades de temática ambiental y rural.

“Los visitantes, tanto nacionales como extranjeros, son cada vez más exigentes en términos de calidad y diversificación, y piden productos turísticos de prestigio, adaptados a sus particularidades (edades, nivel cultural, etcétera)”, destacan fuentes de la Asociación. Por otra parte, hacen hincapié en la situación estratégica de São Brás de Alportel: “ocupa una posición central en toda la zona corchera, a nivel regional, nacional y mundial, pues reune las condiciones de epicentro para una estrategia de consolidación de un producto turístico que se deberá extender a toda la zona de producción y transformación del corcho”, explican.

El ex-director regional de Economía del Algarve y principal asesor de la Dirección General de Forestas de Portugal, Joaquim José Brandão, ha reconocido a EUROPA CORK el potencial que supone el sector del corcho para la económia algarvia, funcionando también como riqueza turística. “Las condiciones concretas del Algarve darán ventajas a la hora de articular el futuro de la actividad corchera con la evolución del sector turístico. Habrá múltiples puntos de contacto que sean beneficiosos para los dos sectores. El corcho es, sin duda, una materia prima de gran potencial a nivel de equipamientos turísticos y, al mismo tiempo, la tradición corchera de la región es de por sí un importante atractivo”, afirma Brandão.

Explica como en esta línea de actuación se desarrolla la “Ruta del Corcho”, donde “se aprovechan las infraestructuras de la ‘Fábrica do Ingês’, —antiguas instalaciones de una gran fábrica de corcho que hace algunos años fue desactivada y reconstruida posteriormente en su memoria histórica—”, confirma.

Turismo moderado en los Parques

Aunque en España todavía no se ha constituído ninguna ruta corchera como tal, sí existen algunas iniciativas de promoción turística del corcho, sobre todo en los Parques Naturales donde el alcornocal tiene un protagonismo especial en su vegetación. No obstante, los responsables directivos de estas áreas naturales hacen hincapié en la moderación, a la hora de promocionar la actividad turística, puesto que ésta se desarrolla en zonas de alto valor ambiental.

Este es el caso, por ejemplo, del Parque Natural de Los Alcornocales y el Parque Natural de Aracena y Picos de Aroche que consiguieron, el pasado año 2004, la Carta Europea de Turismo Sostenible. Este reconocimiento sirve, fundamentalmente, para que este espacio andaluz se distinga en Europa como territorio de excelencia en materia de turismo sostenible y para reforzar su credibilidad como Espacio Natural Protegido.

El director, Felipe Oliveros, confirma a EUROPA CORK el atractivo que posee la zona, aunque reconoce que el desarrollo turístico se está produciendo de forma “pausada” por diferentes motivos. Destaca, por ejemplo, la estructura de la propiedad y de los municipios. “Nos ha permitido avanzar notablemente en cuanto a la ordenación de esta actividad, que puede ser un verdadero motor de desarrollo socioeconómico, pero también tiene riesgos ambientales indudables”, apostilla.

No obstante, apunta que actualmente se ha aprobado un Programa de Uso Público y se han incorporado importantes novedades a los Planes de Ordenación del Parque Natural que pretenden garantizar que las actividades turísticas y los nuevos equipamientos se realicen de manera sostenible.

El alcornocal como gancho turístico en Andalucía también se ha tenido en cuenta en el Parque Natural Sierra Norte de Sevilla. Su director, Víctor Pérez, entiende el turismo rural como una actividad importante a tener en cuenta a la hora de impulsar el desarrollo sostenible de la zona, aunque apuesta por la moderación. “El turismo rural tiene un gran potencial y por ello lo apoyamos; no obstante, su crecimiento no puede ser desmedido, y considero que este sector debe estar por debajo del productivo, porque si no se llegaría a desnaturalizar la actividad económica y terminaría por repercutir negativamente en la ganadería, selvicultura y agricultura”, apunta. Reconoce como esta actividad puede generar importantes rentas complementarias a los agricultores y ganaderos, por ello, asegura que, el principal objetivo del Plan de Ordenación del Parque Natural es “lograr un desarrollo socioeconómico que permita el arraigo y el progreso de la población rural aprovechando los recursos naturales de manera compatible con su conservación”.

En Extremadura, la Administración Autonómica ha impulsado una serie de senderos turísticos por la región, dentro de los cuales incluye una ruta por el Parque Natural de Monfrague.

“Este privilegiado Espacio Natural extremeño, ofrece desde hace años al visitante la posibilidad de conocer un magnífico ejemplo de dehesas de encinares y alcornocales y de bosque mediterráneo en perfecta armonía con su utilización por parte de agricultores y ganaderos de la zona”, explican fuentes de la delegación de Turismo de la Administración regional.

Árboles singulares

Los Arboles Singulares son los ejemplares de árboles que por sus características extraordinarias o destacables (tamaño, edad, historia, belleza, situación, etcétera) merecen una protección especial. Ésta denominación, le confieren un atractivo turístico especial.

En Extremadura, está la encina La Terrona. Su interés turístico es tal que uno de los senderos oficiales establecidos en la región lleva su nombre. Se inicia la ruta en Zarza de Montánchez, en la cual está indicado el camino que lleva hasta la Encina, que se encuentra a menos de dos kilómetros. Entre encinares transcurre buena parte del camino, que en el primer tramo cruza el río Tamuja y un bello puente medieval que salva las aguas de éste. Al poco tiempo, se divisa a la izquierda el paraje donde se encuentra la Encina Terrona, declarada Árbol Singular de Extremadura y que tiene una edad aproximada de 800 años.

También en la localidad extremeña de Valdelamatanza se encuentra ubicada, en la Finca La Fresneda, un inmenso y centenario alcornoque, uno de los mayores del mundo, que llegó a dar 30 quintales de corcho en una saca. Cuenta con una altura total de 21 metros y un perímetro de tronco de 6,6 metros.

El País Vasco también dispone de un singular alcornoque. El denominado “Alcornoque de Guetaria”. Dicho ejemplar forma parte del mayor bosque de alcornoques del País Vasco, el de Meagas, en el monte Garate. El alcornoque es una especie protegida en Gipuzkoa desde el año 1990, dado su interés ecológico y cultural y su escasa presencia en el territorio. Tiene un diámetro de tronco 4,5 metros y de copa 10,8, y mide 22 metros de altura